martes, 24 de diciembre de 2013

Cuidarte la vida

En un momento te morirías, como viviste en aquél otro.
Si yo no te cuidara, no sé qué pasaría.

¿Cómo es posible que se me otorgue regalo tan grande,
Y tan inabordable sea lo que delante me encuentro,
Siendo yo tan tenue como tenues son mis manos…?
Pudiera ser que no supiera ni siquiera cómo cogerte en mis brazos,
Pero pienso que bastaría tu mirada inocente para mecerte como nadie,
Pues al escuchar tu llanto podría escribirlo al dictado, en un poema enamorado.

En un momento te morirías, como viviste en aquél otro.
Si yo no te cuidara, no sé qué pasaría.

Contigo el tiempo se me pasa entre suspiros de alivio,
Y entre ellos van dos ojos, un cálido cuerpecito y tus labios.
Y mamá, para que no la confundamos con un ángel,
Sin las alas te protege como la loba a Rómulo y Remo.
Aunque tú nunca fundes Roma, ya has fundido nuestros corazones.
Y fundados están los pilares de nuestro amor, tesoro.

En un momento te morirías, como viviste en aquél otro.
Si yo no te cuidara, no sé qué pasaría.

En mi debilidad reposa la tuya, y en mis dudas duermen las tuyas.
Es ensueño y utopía que me quieras, con estas manos tan frías.
Pero me quieres, y lo siento en tus ojos cuando te canto,
O en la comisura de tus labios perfilando una sonrisa.
Serás mayor y yo seguiré siendo pequeño…
Sin saber si supe cuidarte o si solo te entretuve…

En un momento te morirías, como viviste en aquél otro.
Si yo no te cuidara, no sé qué pasaría.

Ya lo ves, Lucas. Crezco contigo. Como crecí con tu madre.
Y ahora crecemos todos al mismo tiempo, aunque a distinto ritmo.
Y nos amamos a tres latidos. Creo que ya no sé cuál es el mío.
El tuyo sí lo reconozco, porque va muy rápido…
Como será el paso de los años hasta verte hecho un hombre.
Y seas como seas, tu padre te amará como te amó desde el día primero.

En un momento te morirías, como viviste en aquél otro.
Pero yo no fui quien te dio la vida; fue el Dios del cielo.
El mismo que te protege hoy, usando mis frías manos.

Lucas, ahora me despido, que tengo que abrazarte.
Para cuidarte la vida.  




No hay comentarios: