miércoles, 13 de octubre de 2010

Nuestro nexo

Te amo, y no conozco otro nexo entre tú y yo que éste.
Me sangran las heridas de siempre y tú las curas como cada día.
Aun cuando el calor sofocante de mis preocupaciones me aletarga,
siento ese vientecillo fresco que viene de tus labios.

Te amo, y siento que tu amor por mí es más que infinito.
Me dudan los pensamientos y me tiembla la voluntad.
Mas tu voz estable me ayuda a caminar en línea recta pese a tener,
a veces, tan torcidas las piernas de mi mente.

Te amo, mientras me arrancas, con lágrimas en los ojos,
esa pátina de autonomía que tengo clavada en el pecho.
No me dejes nadar en el lago de la vida sin ti de la mano...

Y es que me amas y te amo, y no conozco mejor nexo entre tú y yo que éste.

¿Quién soy yo?

¿Quién soy yo para que tú me hayas amado?
Qué bonita frase, qué preciosa canción de Marcos Vidal. Y reflexioné, como a veces, alrededor de la letra de aquella canción que conmovió, hace bien poco, los corazones de decenas y decenas de presos. Y pensé que más me valía comenzar a aplicarme a mí mismo una pizquita de humildad. Aunque, bien pensado, no es humildad lo que necesito primero, sino un mayor autoconocimiento. Y luego eso sí, humildad. Debo conocer y aceptar que no soy nada más (y nada menos) que lo que Dios ha querido que sea y lo que yo le he dejado hacer en mí. Y luego ser humilde (si hubiere lugar para el orgullo después, algo que dudo).
¿Quién soy yo para que tú me hayas amado?
Un infeliz venido a feliz, un desamparado con un nuevo techo, un pecador santificado, un condenado absuelto, un moribundo vivificado, un vagabundo amado. Soy tu creación, soy tu obra de arte, soy tu imagen hecha de polvo y palabra. Soy nada sin ti. Soy algo por tu amor. Lo soy todo contigo.

lunes, 17 de mayo de 2010

viviendo y aprendiendo

Viviendo y aprendiendo que la suma de mis partes no hacen mi todo. Que nunca podré compensar un error con un beso. Que no soy capaz de hacer feliz a nadie por completo. Que nadie es capaz de hacer feliz a nadie por completo. Que cuanto más aprendo más necesito seguir haciéndolo. Que necesito perfeccionar el arte de controlar el estallido de mi volcán en erupción, ese que también se llama inconsciente, o al menos conocer cómo suele salir la lava. Viviendo y aprendiendo cosas que ya aprendí hace tiempo, pero que desaprendí en algún momento de mi existencia tantas veces vivida a medias. Construyendo mi deconstrucción. En fin, que intento, como todos, aprender a ser mejor persona, que es lo que estoy llamado a ser.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Y mientras tanto, sigo aquí...

Intentando aprender, intentando aprehenderte. Pretendiendo calibrar cada horizonte que se me adelanta a la vista. Calculando la altura del cielo de soslayo, andando con pies casi temblorosos. Or trying to learn english, while the world is speaking tears. Estudiando tantas cosas, y tan pocas veces a mí mismo. Siendo parte de una historia que espero que mis hijos lean en los libros con orgullo, mientras yo ahora la suspiro con esperanza. Continuando otra que revivo con añoranza, esperando que los míos compongan canciones sobre ella. O sobre nosotros. El tiempo pasa, el sol sale de nuevo, los amores o crecen o se desmandan, los ojos se abren o se cierran para siempre, las palabras o curan o hacen daño...y mientras tanto, sigo aquí...intentando vivir la vida que me ha tocado.

jueves, 18 de marzo de 2010

Pensando sobre eso de la felicidad

No es posible que ser feliz sea tan sencillo. ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona casarse? ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona su primer beso? ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona encontrar trabajo? Creo que en este mundo nos hemos acostumbrado a llamar felicidad a esos momentos e instantes en los que las endorfinas vuelan por los aires...
Pero pensando en eso de la felicidad, me doy cuenta de que ésta no puede ser un momento, ni siquiera la suma de los momentos. Creo que la felicidad es un estado permanente, mucho más hondo de lo que pueden explicar los sentimientos...o al menos eso creo. La felicidad no se siente. La felicidad se tiene, se vive. Y los que vivimos con ella sabemos que esos momentos placenteros no son la felicidad...son felices, sí, pero no dan la felicidad. Hay personas felices que no han dejado de llorar...

lunes, 1 de febrero de 2010

Para ti, sí, para ti.

Que mañana mismo sientas uno de esos vientos que te refrescan la cara, y te traigan ese amor que aprendiste, para que tu corazón lata con más fuerza que ayer. Que tus ojos ya no lloren, sino que rían a carcajadas con cada beso que él te dé en el alma. Que mañana sea primavera en tu espíritu, que se aclaren tus ojos y veas a ese Príncipe Azul sin manchas de pintura en la cara, sin "peros", sin dudas...Que se recuperen tus sentidos del letargo de la prueba, que se derramen tus palabras al describir a ese que te ha enamorado. Que construyas sueños con quien sueñas, que aprendas a cantar y que él te escuche (¿de qué sirve cantar ambos, si nadie escucha?), que lo que él beba sin control sean tus lágrimas y tus suspiros. Que él sea música para ti, porque para serlo no es necesario ser músico. Que las cartas y los e-mails que te escriba sean sinceros, como siempre, y que hablen de él. Que no se exprese como "debería" hacerlo, sino como "siente" que quiere hacerlo. Que no necesites ese "después" para estar enamorada. Que en todos los "ahoras" te enamores de sus ojos, de su risa, de su mirada, de su corazón y del amor que te tiene. Para ti, sí, para ti es este deseo mío. Para ti, que me puedes leer entendiendo cada palabra. Para ti es mi deseo y mi oración.

jueves, 28 de enero de 2010

A dos horas y cuarto de tu casa

Cómo de dulce serás, cuando aún a doscientos kilómetros tu recuerdo me sabe a miel.
Qué hermosa eres, si a dos horas y cuarto de tu casa ya te veo guapa.
Ahora estoy enamorado de otra manera, de la buena, y ya puedo entender eso que decían de que, con el tiempo, las personas que merecen la pena no dejan de ser profundas, y nunca llegas al fondo de su alma. Y es ese intento fallido día tras día lo que me enamora.
Qué claros son tus ojos, y que humildes tus pupilas...¡cuánto amor en tu mirada!
Qué sensible es tu boca, y qué potente es la luz que desprende tu pelo...¡cuánto brillo en tus palabras!
Mi vida entera daría, y si soy tu ángel de la guarda, siento que tú eres el mío. Y si late mi corazón, será que también late por mí el tuyo. Y si yo te amo, será que amor tuyo cada día bebo.
Cómo de dulce serás, cuando aún a doscientos kilómetros tu recuerdo me sabe a miel.
Qué hermosa eres, si a dos horas y cuarto de tu casa ya te veo guapa.

viernes, 1 de enero de 2010

Que este año no vuelva a suceder

Ójala que en este año no haya tanta envidia suelta por las calles, tanta hipocresía en las miradas, tanto amor al dinero que se gana sin merecerlo, y tantos ojos cerrados a la verdad.
Ójala que en este año las palabras signifiquen algo más que en el 2009, y que se aproximen aunque sea un pasito más a la casa en la que viven los actos que, a fin de cuentas, son los que hacen que las cosas funcionen de una u otra forma.
Ójala que la palabra "amor" se acuerde de su originario significado, y no siga prostituyéndose bajo cielos y techos.
Ójala que los abrazos sean al corazón, y los besos sean al alma. El cuerpo y los labios son tan engañosos...
Ójala que en este año os pueda seguir viendo a todos, pero con ojos prestados, no con los míos, que se quedan a medio metro de vuestro corazón.