jueves, 28 de enero de 2010

A dos horas y cuarto de tu casa

Cómo de dulce serás, cuando aún a doscientos kilómetros tu recuerdo me sabe a miel.
Qué hermosa eres, si a dos horas y cuarto de tu casa ya te veo guapa.
Ahora estoy enamorado de otra manera, de la buena, y ya puedo entender eso que decían de que, con el tiempo, las personas que merecen la pena no dejan de ser profundas, y nunca llegas al fondo de su alma. Y es ese intento fallido día tras día lo que me enamora.
Qué claros son tus ojos, y que humildes tus pupilas...¡cuánto amor en tu mirada!
Qué sensible es tu boca, y qué potente es la luz que desprende tu pelo...¡cuánto brillo en tus palabras!
Mi vida entera daría, y si soy tu ángel de la guarda, siento que tú eres el mío. Y si late mi corazón, será que también late por mí el tuyo. Y si yo te amo, será que amor tuyo cada día bebo.
Cómo de dulce serás, cuando aún a doscientos kilómetros tu recuerdo me sabe a miel.
Qué hermosa eres, si a dos horas y cuarto de tu casa ya te veo guapa.

viernes, 1 de enero de 2010

Que este año no vuelva a suceder

Ójala que en este año no haya tanta envidia suelta por las calles, tanta hipocresía en las miradas, tanto amor al dinero que se gana sin merecerlo, y tantos ojos cerrados a la verdad.
Ójala que en este año las palabras signifiquen algo más que en el 2009, y que se aproximen aunque sea un pasito más a la casa en la que viven los actos que, a fin de cuentas, son los que hacen que las cosas funcionen de una u otra forma.
Ójala que la palabra "amor" se acuerde de su originario significado, y no siga prostituyéndose bajo cielos y techos.
Ójala que los abrazos sean al corazón, y los besos sean al alma. El cuerpo y los labios son tan engañosos...
Ójala que en este año os pueda seguir viendo a todos, pero con ojos prestados, no con los míos, que se quedan a medio metro de vuestro corazón.