miércoles, 24 de marzo de 2010
Y mientras tanto, sigo aquí...
Intentando aprender, intentando aprehenderte. Pretendiendo calibrar cada horizonte que se me adelanta a la vista. Calculando la altura del cielo de soslayo, andando con pies casi temblorosos. Or trying to learn english, while the world is speaking tears. Estudiando tantas cosas, y tan pocas veces a mí mismo. Siendo parte de una historia que espero que mis hijos lean en los libros con orgullo, mientras yo ahora la suspiro con esperanza. Continuando otra que revivo con añoranza, esperando que los míos compongan canciones sobre ella. O sobre nosotros. El tiempo pasa, el sol sale de nuevo, los amores o crecen o se desmandan, los ojos se abren o se cierran para siempre, las palabras o curan o hacen daño...y mientras tanto, sigo aquí...intentando vivir la vida que me ha tocado.
jueves, 18 de marzo de 2010
Pensando sobre eso de la felicidad
No es posible que ser feliz sea tan sencillo. ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona casarse? ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona su primer beso? ¿Cómo va a hacerle feliz a una persona encontrar trabajo? Creo que en este mundo nos hemos acostumbrado a llamar felicidad a esos momentos e instantes en los que las endorfinas vuelan por los aires...
Pero pensando en eso de la felicidad, me doy cuenta de que ésta no puede ser un momento, ni siquiera la suma de los momentos. Creo que la felicidad es un estado permanente, mucho más hondo de lo que pueden explicar los sentimientos...o al menos eso creo. La felicidad no se siente. La felicidad se tiene, se vive. Y los que vivimos con ella sabemos que esos momentos placenteros no son la felicidad...son felices, sí, pero no dan la felicidad. Hay personas felices que no han dejado de llorar...
Pero pensando en eso de la felicidad, me doy cuenta de que ésta no puede ser un momento, ni siquiera la suma de los momentos. Creo que la felicidad es un estado permanente, mucho más hondo de lo que pueden explicar los sentimientos...o al menos eso creo. La felicidad no se siente. La felicidad se tiene, se vive. Y los que vivimos con ella sabemos que esos momentos placenteros no son la felicidad...son felices, sí, pero no dan la felicidad. Hay personas felices que no han dejado de llorar...
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